Hace un tiempo solía echarme el portátil a la mochila cuando iba al trabajo. Tenía mucho tiempo libre hasta llegar y si había suerte y pillaba asiento podía usarlo tranquilamente. Desde que me mudé a Shimokitazawa a principios de año es algo que apenas hago ya que estoy mucho más cerca y tampoco puedo sentarme. Ahora en cambio me llevo la cámara.
Por eso los días que no tengo ningún compromiso después del trabajo aprovecho para darme una vuelta y echar unas fotos. La mayoría de las veces hago de Shibuya mi punto de partida para perderme un buen rato paseando entre el caos de la gente, coches, anunciantes gritando y dandolo todo. Lo curioso es que es ese momento, cuando cojo la camara y empiezo a disparar pensando en porqué no ha salido bien aquella foto, o donde tendría que ponerme para que el momento que quiero capturar sea tal cual lo siento, es cuando me relajo.
Hoy voy a poner algunas fotos que saqué hace ya unos meses y que tenía pendientes. Las tres primeras son de mis primeras pruebas con exposiciones largas, basándome en esta guía de dZoom.
La historia de la foto del templo es curiosa. Resulta que este templo esta en medio de la zona de clubs y Love Hotels de Shibuya y ahí estaba yo tirado por el suelo cuando oigo voces familiares que se acercan. Sin mirar pensé´_“es Héctor“_, así que terminé de echar la foto a mi ritmo, me incorporé y nos saludamos tan naturalmente como cuando te encuentras con tu vecino al volver a casa. Últimamente se había convertido en una buena rutina 🙂
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Esta última me gusta mucho por el brillo del vestido de la chica del paraguas. Una de esas que ves algo y disparas sin pensar.
Algunas fotos mas aquí.