Pongámonos en situación: es la una de la madrugada, aun no he cenado y tengo un examen este Domingo tipo TOEIC, de esos que recibes puntuación, pero con el añadido de ser en japonés. Para añadirle emoción al asunto, he olvidado el libro de gramática (esa que todavía no he podido memorizar y menos usar) en el tren así que como no aparezca mañana me parece que me lo voy a pasar cojonudo con mis amigos los kanjis. Aun así ha sido un día interesante. Además de mis usuales cuatro horas y media de japonés hoy le he dado la primera clase a mi nueva alumna de español (por si no lo había dicho antes, mi trabajillo temporal). En general ha ido bastante bien, hemos pasado una hora y pico repasando el abecedario y el verbo ser, la clase le ha gustado y a partir de la semana que viene nos veremos una vez a la semana. Sin embargo, aun le estoy dando vueltas a cuando me ha dicho que prefería no decirme en qué trabajaba… seguiremos investigando…
Para acabar, las buenas nocticias, por lo menos para mí. Hace unos días recibí mi segunda visita colegas españoles. La primera fue en Abril, cuando Rub, Alt, Sab y Josito tuvieron el gran detalle de alegrarme la vida con su presencia por estos lares. La segunda fue por parte de Héctor, que ya está de vuelta desde hace unos días y que me dejó como recuerdo, entre otras cosas, un resfriado y muchas ganas de comprar una cámara de fotos SLR…
Prometo tener pronto lista la galería de fotos con ambos viajes. De momento ésto es lo que hay:
Esta foto me encanta. Vaya momento.